Manzanares en Almagro

70 x 50 cm

Óleo sobre lienzo en bastidor de madera 

Jose María Manzanares vivió un verdadero romance con la Plaza de Toros de Almagro, que culminó con una de las faenas más importantes de su vida, si no la que más, como él mismo reconoció en público en algunas ocasiones. Fue la faena soñada al toro Teclero de Alcurrucén, en una tarde en la que compartía cartel con César Rincón y César Jiménez. Aquel monumento al toreo que levantó Manzanares en Almagro el 25 de agosto de 2004 es imborrable en la memoria de todos los que tuvimos la fortuna de presenciarlo. 

Esta obra está inspirada en un soberbio cambio de mano recetado a Teclero, y cuelga de la pared de una sala muy torera en la casa de mi faro taurino y amigo íntimo del recordado Manzanares, Críspulo Coronel.